jueves, 1 de mayo de 2008

Friday, i'm in love.

Nos reencontramos un viernes después de varios meses. Nos sentamos en una esquina con mucho ruido ambiental, sin mucho tino para hablar, con pocas cosas que decir; más que nada, frases sueltas y preguntas tontas que reflejaban lo difícil del momento.

Me mirabas a escondidas, como yo a ti. Ninguno intentaba empezar la conversación, creo que los dos nos asustaba lo que podíamos decir. El silencio incómodo nos había atrapado, nos abrazaba, estaba completamente alrededor nuestro a pesar del ruido de la calle. El no decirnos nada era más fuerte.

Cuando decidí romper el silencio, un auto que pasaba frente a nosotros se me adelantó. Por sus ventanas se escuchaba a todo volumen una canción de The Cure, “Friday i’m in love” precisamente. Fue entonces cuando me miraste y dijiste:” ¿Te acuerdas?”

En ese momento mi mente se fue a unos meses antes, a esas noches de sargento y de abundante cerveza, de bailar como un robot ebrio entre tanta gente a la que no le importa quien eres; y ahí te encontré.

Recuerdo que bailamos, bebimos, bailamos de nuevo y bebimos más aun. Tus amigas se quedaron por ahí, en algún rincón oscuro y bullicioso, esperando que regreses de hablar conmigo, cosa que no hiciste nunca esa noche. Mis amigos me putearon varias horas esperando que regrese de comprar las cervezas que tenia que llevarles cuando me encontré contigo y nunca mas los fui a buscar.

Entramos al sargento un jueves y salimos de ahí un viernes, horas después de entrar, minutos después de escondernos de nuestros amigos que nos buscaban adentro, segundos antes de robarte un primer beso en la puerta e irnos corriendo.

Caminamos mucho esa noche, con la luna de testigo, amaneciendo con ese viernes, gastando sin sentido las suelas de nuestras zapatillas por ese malecón. Tu celular no paraba de sonar y vibrar, y cada vez que lo hacia, sonaba esa canción de The Cure, ese “Friday i’m in love” y te besaba.

Cerca de las cinco de la mañana, cuando tu celular estaba exhausto por cantar la misma canción, te pregunte: “¿no vas a contestar?”. Tú sacaste el celular de tu bolsillo, lo miraste, me miraste a los ojos y dijiste:”No. Is Friday, i’m in love”. En ese momento lanzaste tu celular por el malecón y me besaste.

Yo simplemente te amé.

Los siguientes viernes durante unos cuantos meses fueron igual de divertidos.

Sonreí y ese recuerdo había acabado. Estábamos nuevamente en esa esquina y el auto en el que sonaba esa canción a todo volumen ya se había ido. Te miré y aun sonreías.

Conversamos un rato y me contaste lo mal que te iba en tu relación actual, recordabas como nos divertimos cuando andábamos juntos y nuevamente hablabas de tu presente con no tan buen semblante como cuando hablabas de nosotros. Te abracé y, aunque al principio no quisiste, al final te dejaste y es más, lo hiciste tú también.

Fue en ese abrazo en que te alejaste de mi y dijiste:”Me tengo que ir”, y fue en esa despedida en que sentí la mitad de tus labios en la mitad de mis labios, como la mitad de la luna que nos alumbraba la noche en que tiraste tu celular por ese malecón.

Con una sonrisa de esperanza, me senté en esa esquina viendo como cruzabas la pista y te subías al micro.

Con la misma sonrisa de esperanza, que en ese momento se convirtió en sonrisa de resignación, revisé el mensaje que me acababas de mandar desde el micro y que decía
:”lo siento, no puedo hacerle esto a XXX. Perdón, no me hables más”

Borré el mensaje, borré tu número de mi celular y me di cuenta que ese viernes no era un “Friday, i’m in love"; sino que era un maldito viernes mas de alguna película sin final feliz y simplemente te odié.





Canción por Benchi. En su masticado y atrofiadamente fluido inglés.

14 comentarios:

Maria Vanessa dijo...

Ohhh!
Creo que no soy a la unica que le pasan estas cosas :)

Besos!

Elmo Nofeo dijo...

Me recuerda a una flaca que le dicen "reproductor multimedia" porque es media player.

Saludos.

varguitass dijo...

no hubiera sido más fácil apagar el celu que tirarlo por el malecón

(digo, no?)

la historia de putamare, como siempre

un abrazo

.

Unknown dijo...

OTRA HISTORIA DE AMOR CONTRARIADO...JA JA JA.
BUENO POR LO MENOS ESPERO QUE LES HAYAS DEVUELTO LA CHANCHA A TUS PATAS QUE NUNCA VIERON LA CHELA...JA JA JA

UN ABRAZO GAMARRITA

Cleopatre dijo...

fue hermoso!
oh dioz
el amor espontáneo!
el amor es tan encasillado hoy en día...ay!

el amor el amor!!!
dioz joselo! xq el amor nos tiene asi?

xq quieres jugar a ser canción?

ando... dijo...

no pudiste combinar mejor esta suerte de frustración con la alegría del inicio , quedo perfecta con el cover de bencio

ando... dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
LauCapp dijo...

sentí mucha nostalgia cuando leí tu historia..

Pensándolo bien, creo que me pasará lo mismo que le pasó a la chica de la historia " hay que darnos un tiempo"..
Espero que no..

saludos, visita mi blog

Anónimo dijo...

Bueno creo que en algun momento de nuestras vidas tambien pasamos por lo mismo y tambien me paso ami.... xevere la historia....

Maite dijo...

Buena historia me encantó, es tan triste que pasen esas cosas a veces te da tanta impotencia pero cuando recuerdas pasa siempre esto sonríes un poco por los buenos ratos, pero conforme pasa el recuerdo al final los ojos se te humedecen y lo que fue lindo algún día ya no lo es más.

Víctor Flores Lazo dijo...

Realmente una buena historia.

Joselo, creo que pasaré seguido. Gracias x visitarme. No me arrepentí al entrar akí. Bravazo el relato, sin webadas.

Saludos.

Pd: Elmo me hizo morir de la risa con su comentario. jajaja. Y Jorgito creo q tiene razón, fácil lo apagaba nomás el cel, no? jjaja. Un abrazo.

El perro andaluz dijo...

Me jode que las mujeres digan que no le pueden hacer eso a alguien, cuando ya lo hicieron. Buena historia.

Anónimo dijo...

ta bien pes...pobre XXX se debe haber sentido muy mal...
=) ...

roberto...

Mafa dijo...

Las historias de amor son así, nada es ficción, en el fondo no es que queramos hacerle daño a otro simplemente que algo se rompe desde hace mucho y la presencia de alguien nuevo o del pasado acelera el proceso.