jueves, 13 de marzo de 2008

El último sábado nublado

Si es cuestión de recordar, recuerdo que ese sábado me levante minutos antes de las ocho de la mañana. Prácticamente corrí a la cocina, saqué mi plato del armario, me serví un poco de cereal y seguí mi camino hacia la sala para prender la tele.


Mire el reloj en la pared varias veces y, aunque recién había aprendido a leer las manecillas del reloj, note que ya habían pasado las ocho hace varios minutos.


Tomé el control remoto en mis manos y cambié de canal paseando varias veces por todos los canales nacionales que conocía; pero nunca pude encontrar mi programa preferido. Angustiado, me dirigí al cuarto de mis papás que en ese momento aun dormían. Parado al lado de mi papá le pregunte varias veces por qué no estaba dando Nubeluz, a lo que el sólo me respondía con algún quejido. Fue en ese momento que tomé la decisión de comenzar a saltar entre ellos dos para que me den alguna respuesta válida del por qué no daba mi programa. Había dado dos o tres saltos, cuando mi padre se despertó gritando y molesto porque lo había despertado. Con sus ojos llenos de lagañas, me dijo: “no va a dar, porque una de las que conduce el programa se ha muerto”.


Apenas escuché lo que dijo, dejé de saltar. Vagamente, comencé a recordar que en la semana había escuchado una noticia sobre eso, pero que en realidad, a esa edad, no le había prestado mucha importancia a la novedad. Mientras mi padre nuevamente se quedaba dormido, yo caminaba a la sala y pensaba que podría haber pasado para que ese sábado no este dando Nubeluz como siempre.


Llegando a la sala, me tropecé con el plato lleno de cereales que había dejado en el piso. Seguía mirando ese canal por donde todos los sábados veía mi programa y no aguante más. Corrí hacia el teléfono, marqué el 35 95 10 y me contestó mi abuela.


Le conté lo que me había dicho mi papá y ella, con mucha pena, me confirmó la noticia. Me dijo que la dalina tan linda que siempre veía los sábados, había fallecido. Me quede en silencio absoluto. Mi abuela seguía hablando por el auricular mientras yo, a lo lejos, miraba el televisor en ese bendito canal que todos los sábados pasaba mi programa y rogaba que, aunque sea por unos instantes, pase una parte en vivo de mi programa y ver a mis dalinas bailando, ver a glufo bailando, ver a los malditos golmodis bailando, pero no pasaba. Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas hasta que mi abuela dijo: “Pero hijito, hoy día es el entierro, si quieres podemos ir, yo se donde será”.


Apenas escuché eso, le dije que estaría listo en diez minutos para ir, que me espere lista ella también para salir lo más rápido posible. Le colgué el teléfono y corrí a cambiarme. Mientras me cambiaba, escuchaba las canciones de mi disco de nubeluz y recordaba todas las veces que había querido ser astronauta y a las estrellas llegar, o todas las veces que había querido ser inventor para inventar mas amor, solo para inventar mas amor que el que sentía por ese programa.


No soportaba pensar que nunca más escucharía esas canciones en vivo y con los ojos llenos de lágrimas, por eso apagué el disco y puse cualquier radio al azar. Comenzó a sonar una canción que estaba de moda por esos tiempos y que, para casualidad del caso, yo me sabía casi de memoria.


Mientras me terminaba de cambiar, cantaba casi llorando: “mírame mírame, dime que tu, casi, casi me quieres, igual que te quiero, y lo nuestro es amor por amor y por eso tu, ámame, ámame, mírame mírame”, y así, mientras seguía sonando la canción, pasaba corriendo por el cuarto de mis papás y, aprovechando que estaban dormidos, les decía que estaba saliendo con la abuela.


Cuando llegamos al cementerio había demasiada gente. Estuvimos dando vueltas por el lugar hasta que se fueron todos. Casi dos horas después, mi abuela me compró una flor y yo la fui a dejar a la lápida. Me sentí muy triste, recordé todas las canciones, todos los bailes, todos los juegos.


Recuerdo que mientras lloraba, mi abuela me tenía abrazado y trataba de decir algo que me consuele, pero no podía. Me imagino que en ese momento le sería prácticamente imposible. Caminamos un rato por ahí y le pedí, tontamente, que se muera rápido para poder enterrarla cerca de la dalina y poder visitarla siempre a las dos. En ese instante me dio una cachetada.


Después de eso regresamos a la casa. Yo a la mía y ella a la suya. Pasaron años de años y nunca hubo un sábado igual a los de Nubeluz. Nunca más sentí la necesidad casi irrazonable de levantarme la mañana de algún sábado a ver televisión, a escuchar alguna canción o a reírme de los niños que se caían en los juegos del programa. A partir de esa fecha descubrí lo que era dormir hasta tarde un sábado y, si bien años después tuve un pequeño romance con los partidos de la liga italiana los sábados por la mañana, nunca nada volvió a ser como mi Nubeluz.


Hoy es sábado y son las nueve y media de la mañana. No me he despertado temprano, sino que hasta ahora no duermo. Mis amigos, completamente ebrios, duermen regados en la sala, comedor o tirados por el piso de la cocina.


Yo, tambaleándome, camino hacia la cocina, agarro mi plato de Nubeluz, y después de casi doce años de la última ves que me desperté temprano para ver el programa, tomo desayuno entre tantos borrachos durmientes, cantando y lagrimeando: “yo quiero ser un artista, para pintar ilusión, para pintar ilusión”






La canción que esta aca no es de Nubeluz, pero me acuerdo que cuando pasó todo lo que pasó, la pasaban mucho en la radio y, cada ves que la escucho, me hace acordar a todo esto.
P.D. Mi plato de nubeluz ha desaparecido, no me pude tomar una foto con el para ponerla aca.

12 comentarios:

Unknown dijo...

Definitivamente tu tenias menos edad que yo cuando daba Nube Luz... la verdad yo veia a las Dalinas pa verles las piernas; sin embargo a mi tambien me dio pena cuando sucedio lo de Monica... recuerdo que las que vinieron despues nunca lo hicieron como ella.

Por cierto, yo que tu abuela te hubiera dos cahetadones mas..ja ja ja

Anónimo dijo...

waaa .. q lijhdo recordar akellos tiempo de las niñes seq mi niñes fue algo menos magiko pero siempre con la ilusion de pertenecer a una banda de militaress.. y salir por la tv en cada parada militar ...

www.myspace.com/recuerdocatorce

Unknown dijo...

Esposillo !!!


nubeluz ??? Y_Y io fui una vz .. y jamas me dieron el cono ... estafaaa

buuuu ... solo recuerdo ke muchos niños me pisaron ... estaba muy atras no podia ver nada =l

jajajajajajaja .... triste infancia ... prefiero NOPO Y GONTA !! >;D

BESHOTES ENORMES !!!

TKM
MUAKZ

JRodriguezD dijo...

Chevere. Está bien lo que hizo tu abuela. Yo también te hubiera dado un cachetadón.

Yo me alucinaba a las "dalinas" besándose :D

Anónimo dijo...

Jjajajajajaj...demasiado buena. Sobre todo lo de la baladita esta de mirame, mirame...y la cachetada de tu abuelita.

Sube a mi nube nubeluz...su su su sube....

jOaO

Anónimo dijo...

la verdad yo no fui un gran seguidor de nubeluz, y por cierto, no se por q o_O ...pero si recuerdo q me divertia viendo los juegos, escuchando las canciones, y hasta era hincha del equipo amarillo y mi hermano del rojo hehehe...recuerdo tbn q la noticia de la muerte de monica no me afecto mucho, por no decir nada, tbn creo q tu calculo de q fue hace doce años esta errado, si no me equivoco en esos dias yo tenia 11 y facil tu tbn, si no 12, por lo q no serian 12 años desde aquel entonces, sino 14...en todo caso, de una forma u otra el ciclo de nubeluz tenia q terminar y no me refiero al programa, ni menos a la lamentable y triste muerte de monica, sino a los seguidores como tu,,,solo mira la forma en q terminaste el relato,,,12 o 14 años despues tu realidad y tu diversion son otras,,,ahora miras hacia atras con nostalgia y quizas hasta pena, y quien sabe talvez por eso ahora al ver hacia abajo ya no haya un plato de cerales en el suelo, sino gente borracha, por ahora y facil por muchisimo mas tiempo esas personas haran las veces de tus dalinas y tus juegos de nubeluz...nos vemos pe causa hehe espero pronto :D ...

roberto...

Anónimo dijo...

Yo quisiera probar to cono magico

Minerva(k) dijo...

TIO LUCHO, SIEMPRE TE DIJE QUE TIENES TALENTO DE ESCRITOR ... ME ENCANTO ESTE RELATO. NUBELUZ SIN DUDA FUE EL MEJOR PROGRAMA PARA NINIOS QUE HA EXISTIDO EN EL UNIVERSO ... ME ENCANTO LA FORMA DE NARRAR TU HISTORIA, COMO UN NINIO INDEFENSO QUE LE QUITARON SU JUGUETE FAVORITO.
UN BESOTE TIO LUCHO ... TKM
TU AMIGA POR SIEMPRE DESDE EL OTRO LADO DEL MUNDO
MARGO

Unknown dijo...

ASU JOSEEE QUE LINDO RELATO EN VERDAD ME SENTI BASTANTE IDENTIFICADA Y CREO QUE MUCHAS PERSONAS QUE TAMBIEN LO LEERAN SE SENTIRAN ASI. ME SENTI CON ALGO DE NOSTALGIA Y ALEGRIA A LA VEZ DE RECORDAR UNA VEZ MAS MI NIÑEZ.ES REALMENTE ENVIDIABLE ESCRIBIR COMO LO HACES ESTOY MUY ORGULLOSA DE TI SIGUE ADELANTE TIENES TODO MI APOYO QUE ERES MUY BUENO ESCRIBIENDO.
UN ABRAZOO TE QUIEREEEE LA PINGUINAAAAA GUISEEE

Dell dijo...

Recuerdo esa epoca, y es verdad nunca mas fue lo mismo nunca mas los sábados de mi infancia fueron iguales. Y recuerdo no tan vagamente que en esa epoca me llego una carta de manaus de una primita que vivía por esos lares, diciendome (muy resumido) : " primita aqui mi casa es linda hasta tengo piscina, quiero que vengas pronto. Te cuento que me levanto todos los domingos a las 6 de LA MAÑANA para poder ver nubeluz por satelite que mi papi compro. Atentamente Kristelle"

Para algunos tambien fueron domingos.

Roberto Alonso Choton Cerna dijo...

alguna vez escuche hablar a mi mamà sobre aquella chica, yo jamas he visto ese programa.
Ahora una tal almendra conduce un programa q me parece Horrible! (aunq lo veo a veces)

natalia dijo...

asu jose, que épocas esas, he llorado otra vez.
359510